La relación del cuerpo con el espacio construido es la clave para entender la obra de Leonor Antunes (Lisboa, 1974). Desde esta afirmación tiramos de la cuerda que estructura Camina por ahí. Mira por aquí, su propuesta para el programa "Fisuras" del MNCARS, cuyo hilo conductor es el de Ariadna.
Conocemos a Dédalo por ser el inventor del primer laberinto, ideado para encerrar al Minotauro, pero aún siendo él su creador, fue mérito de Ariadna entender la estructura (o al menos así lo reivindica la historiadora Beatriz Colomina). Ariadna, hija del Rey Minos, entregó a Teseo un ovillo cuyo extremo atarían a la entrada del laberinto. Una vez ajusticiada la bestia, a medida que Teseo recogía el hilo, recorrería el camino a la inversa sin temor a perderse.
La impresión que deja esta instalación es contundente incluso si se desconocen las tesis de partida, que no se reducen a la mitología. De corte minimalista y conceptual, las geometrías de Antunes entroncan con las de otras dos artistas que ocupan las salas del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía estos días: Lygia Pape y Elena Asins. Además de la cuerda, el hexágono es protagonista del site specific de Antunes, tomado del pabellón español de la exposición universal de Bruselas en 1958 (ubicado hoy en la Casa de Campo de Madrid).
Una tercera referencia que puntúa doble a quien no se le escape: la película que la cineasta surrealista Maya Deren realizó con Marcel Duchamp Witch’s Cradle (1943), que encuentra paralelo en el vídeo de Antunes “El trayecto de la cuerda (String travel)” proyectado en super-ocho en en la misma instalación.
Leonor Antunes estará también hasta el 3 de octubre en el Museo Serralves de Oporto con "Casa, modos de usar". Nada mejor que las palabras de la propia artista para aproximarse a su trabajo.
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